Comenzaremos nuestra
discusión mencionando las teorías más destacadas en el conductismo y como han
sido aplicadas en la experiencia del autor como docente y estudiante. Sin
embargo, enfatizamos el enfoque conductista como un aprendizaje demandado,
operante y observacional (Burton, 2004). El autor hará un análisis de las
ventajas y desventajas que posean estas teorías en el desarrollo conductual del
individuo. Un aprendizaje con entrenamiento de respuestas tanto fisiológicas y
emotivas fueron técnicas utilizadas por Ivan Pavlov y Thorndike en el
condicionamiento clásico. Esto nos lleva a entender que la conducta puede ser
condicionada por medio de la estructura que establece el instructor. Según la
experiencia del autor, los primero dos meses de clase ha sido persistente en
las reglas establecidas y discutidas desde el primer día con sus estudiantes. En
consecuencia, el autor identifica la carencia de estructura en los hogares de
alguno de sus estudiantes. Por consiguiente, se debe hacer énfasis a condicionar
al estudiante a cumplir con las normas establecidas en el aula de clases. A tal
modo que la respuesta del estudiante sea una favorable de gran beneficio a su
vida como futuro ciudadano de orden. Es necesario recalcar que condicionar debe
resultar de beneficio para el individuo más no de manipulación por otros.
Skinner (1920) en el
condicionamiento operante desarrolló técnicas de modificación de conducta para
la enseñanza, el aprendizaje de idiomas y tratamiento psicótico. Este teórico
describe el conductismo como un movimiento de objetivos de comportamientos en
la educación y describe al docente reforzador y organizador. De esta manera el
alumno está condicionado a realizar el comportamiento esperado. La teoría de
Skinner se basa entre un estímulo y una respuesta. Asimismo hace notar que no
todas las respuestas del organismo se producen en presencia de un estímulo
identificable. Por tal motivo, va a requerir de refuerzos positivos, negativos
o castigo para el comportamiento deseado. El autor expresa que ante esto se
requiere un balance entre los refuerzos provistos. La población estudiantil es
muy diversa para aplicar estrategias de corrección a su comportamiento sin
llegar a la mucha flexibilidad o irritabilidad. Basada en la experiencia del
autor, ha identificado docentes que desconocen el manejo de estudiantes que
evidencia un diagnóstico de Trastorno Oposicional Desafiante. Estos educadores
se enfrentan a estudiantes que tienen problemas en su control emocional o
tienden a ser impulsivos. Por lo tanto, no tienen las herramientas para manejar incidentes que llegan a la violencia verbal y en ocasiones físicamente. Los
docentes suelen utilizar el método correctivo para todos por igual aun
conociendo los indicadores emocionales que tienen algunos estudiantes.
Albert Bandura (1987) basa
su teoría en los comportamientos provocados mediante la observación de la
conducta de otros. Esta teoría tiene sus ventajas y desventajas en el
aprendizaje. Para el autor, los estudiantes suele identificar una persona que
lleva toda su admiración. En muchos casos, las personas no son las mejores
indicadas para ser un modelo a seguir. Actualmente, hay comunidades que
identifican como su líder al encargado del punto en el residencial. El autor en
su experiencia ha escuchado de la boca de sus estudiantes reconocer a estos
individuos como ídolos o héroes. En una posición así, el autor como docente,
debe dar a conocer las consecuencias adquiridas ante este tipo de funciones
ilegales. Los docentes no debe perder de perspectivas la implantación de los
valores en sus salones de clases. La actitud no debe ser señaladora sino educar
para modificar pensamientos. De hecho, la presión de grupo es otro factor de
gran influencia en el comportamiento. Los estudiantes desean imitar al líder
estimulando su comportamiento hacia otros fines. Podríamos indicar que
positivamente el estudiante debe conocer a sus líderes escolares como modelos a
seguir. De igual manera reconocer su esfuerzo para alcanzar las metas
propuestas. Así como un líder activo que involucra a los alumnos en actividades
educativas y posee grandes habilidades que son funcionales en la comunidad
escolar.
Para añadir a la
discusión, Benjamín Bloom y sus colegas (1948) en Chicago y Michigan elaboraron
un marco teórico para estandarizar las características del comportamiento
humano. Se origina una taxonomía con los siguientes dominios: conceptual,
procedimental y actitudinal. Robert Gagné (1972) utilizó también unos dominios
similares. El Departamento de Educación de Puerto Rico utiliza esta taxonomía
para la elaboración de la planificación diaria del docente. El autor reconoce
la efectividad de la taxonomía según los objetivos que establece el docente y
el desarrollo de las actividades. No obstante, muchas actividades se han vuelto
una rutina poco dinámicas que han afectado el interés estudiantil en las
destrezas académicas. Muy bien destacó Bloom la falta de objetivos claros en la
educación para su aplicación en materiales y procedimientos. Es decir, clases
con actividades que requiere llenar pizarras y escribir en libreta. Los
estudiantes en estos tiempos son espectadores de grandes avances tecnológicos y
diversidad de métodos educativos. Conviene indicar que los docentes deben
prepararse a implementar en sus actividades estrategias de enseñanza que los
lleven a cumplir sus objetivos de manera dinámica y tecnológica.
Referencias
Bandura,
A. (1987). Pensamiento y acción:
Fundamentos sociales. Barcelona: Martínez Roca.
Bloom, B. S. (1990). Taxonomía de los objetivos
de la educación: La clasificación de las metas educacionales: Manuales I y II.
Buenos Aires: El Ateneo.
Burton,
J. K., Moore, D. M. & Magliaro, S. G. (2004). Behaviorism and instructional
technology. En D. H. Jonassen (Ed.), Handbook
of research on educational communications and technology (pp. 3-36).
Mahwah, NJ, EE.UU: Lawrence Erlbaum Associates
Jonassen,
D. H. (2004). Handbook of research on educational communications and
technology. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum.
Seattler,
P. (2004). The evolution of American educational technology. Greenwich, CT:
Information Age Publishing. (pp. 55-93)
Skinner,
R., Jr. (1968). A new format for ITV.
Educational Technology Research and Development, 16(3), 287-293.
doi:10.1007/11423.1556-6501
Wilson.
B.G. (1997). Thoughts on theory in educational technology. Educational Tchnology, 37(1), 22-27.
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