Para esta discusión hace
referencia al capítulo 4 del libro titulado “Teaching
online. A practical guide” (Ko & Rossen, 2010). En este capítulo se
destaca la labor que realizan los diseñadores de cursos. Sharon Guan, es una
diseñadora de instrucción donde desarrolla esta función en una de las
universidades de Chicago. Sharon muestra un modelo de diseño instruccional
colaborativo con la integración de un equipo de trabajo. Entre los colaboradores
el enfoque instruccional se centra entre el instructor, el diseñador y personal
educativo. Estos necesitan atemperar una plataforma en línea que envuelva las
necesidades identificadas, pero cumpla con los objetivos de curso.
El autor de
esta discusión expresa que de tener la oportunidad para diseñar un curso
tomaría en cuenta el enfoque colaborativo. Primeramente, identificaría los
recursos disponibles y si es posible, solicitaría a la organización nuevas
herramientas que amplíen las expectativas del curso. Entre estas, programas o
aplicaciones que refuercen la práctica de la destreza impartida. En segundo
lugar, se crearía un grupo de trabajo para la delegación de distintas funciones
que permitirá desarrollar un plan de estudio. Este plan organiza y detalla
el contenido del curso para impartir una enseñanza dinámica. Hay organizaciones
educativas que poseen distintos departamentos y a estos se les puede asignar
funciones que sean pertinentes a su enfoque laboral. Por ejemplo, el personal
de biblioteca hará la selección de los libros de textos y las referencias de
artículos e investigaciones relacionados al curso. Por último, se asigna un
revisor que identifique los aspectos gramaticales, ortográficos y la organización
del texto tanto en el diseño instruccional, “Syllabus” y la plataforma en línea
del curso. Entre otros aspectos, el equipo de trabajo debe identificar la
estructura que presenta el curso y si permite una mejor comprensión de las
herramientas que utilizarán los alumnos.
El equipo de trabajo deberá tener
reuniones ante los hallazgos que puedan mejorarse y presentarlos a la
organización. De esta manera, moldear unos diseños instruccionales que no
dificulten el aprendizaje de los alumnos. A los estudiantes se les puede hacer partícipes
de este proceso de evaluación y tomar en consideración las sugerencias o aportaciones
para un aprendizaje en línea efectivo. De la misma manera, considerar nuevas
herramientas tecnológicas que siguen en surgimiento y benefician el proceso de
aprendizaje. Además, promueven una organización que se mantiene a la vanguardia
ante los avances tecnológicos. Esto suele ser atractivo y capta la atención de
los alumnos que invierte en sus estudios profesionales ante una organización
educativa con un enfoque innovador.
En el
capítulo 6 se presentan distintas herramientas que se puede añadir en el aula
en línea para el desarrollo del aprendizaje hacia una acción dinámica y
práctica (Ko & Rossen, 2010). En este capítulo se mencionan todas las funciones
que las plataformas en líneas han incorporado o el instructor ha integrado al
curso. El autor indica que en su construcción de un aula en línea consideraría
todos los elementos que sean favorables para una educación a distancia que
cumpla los objetivos del curso. Por consiguiente, que provea un proceso de
aprendizaje que evidencian un progreso educativo y tecnológico en los
estudiantes.
El primer elemento en el aula de
clase sería el área de presentación. Los alumnos deben conocer su instructor,
su experiencia y preparación. El instructor debe tener su primer contacto con
sus alumnos dándole a conocer su disponibilidad y sus expectativas en el curso.
El segundo elemento, el área del plan de estudio y calendario. Este elemento
tiene mucha importancia pues los alumnos desean conocer el contenido, los
criterios de evaluación y las fechas de tareas. Cuán estructurado sea el curso,
mayor organización tendrán los estudiantes. En este elemento añadiría un área
de anuncios y recordatorios pues el instructor es facilitador de sus alumnos
para que sean responsables y sepan manejar el aula independientemente. El
tercer elemento sería los foros de discusión pues esta estrategia de
aprendizaje es muy enriquecedora para el análisis de los temas del curso. El
instructor debe proveer las reglas del foro estableciendo el tiempo de las
publicaciones individuales y las reacciones a sus compañeros. El cuarto
elemento sería el correo electrónico interno como medio de comunicación entre
el instructor y sus alumnos y los compañeros de curso. Ante la selección de
este elemento, eliminaría el uso de chat o mensajería instantánea (IM) en el
aula. El autor entiende que debería ver una vía de comunicación para evitar
tanto acceso para los diálogos privados. El quinto elemento sería las áreas de
actividades grupales añadiendo herramientas como el blog o foros de grupos para
organizarse ante tareas de grupos. El instructor debe orientar sobre esta
herramienta dentro de la plataforma y requerir evidencia de la colaboración o
reuniones como parte de los requisitos de la evaluación de la tarea. El sexto
elemento sería el “Quizmakers” como herramienta para la creación de exámenes y
prueba corta. Los estudiantes tan pronto toman un examen desean conocer su
calificación y esta sería una gran herramienta. El séptimo elemento sería el
área de informes de progreso y seguimiento de calificaciones. Los estudiantes
les urge conocer si han cumplido con los trabajos que han realizado. Es
importante que el instructor supla una retroalimentación o comente sobre los
fallos que tuvo el estudiante en las tareas. Esto les permite a los alumnos
retarse en su ejecución y presentar trabajos con menos errores.
Existen
otras herramientas que el autor aplicaría en el aula en línea, pero dependería
del nivel académico y su ejecución. Los mundos virtuales serían elementos de
gran utilidad en el aprendizaje en línea para estudiantes de grados primarios y
secundarios. Estos alumnos necesitan experimentar cursos que se integre la
diversión y el juego en su proceso de aprendizaje. Hay plataformas como “Second
Life” donde el estudiante pueda utilizarlas para desarrollar habilidades
educativas. Otros medios serían las redes sociales, los estudiantes están
constantemente expuestos a esta plataforma y conocen muy bien sus funciones. El
maestro puede tomar esto a su favor para desarrollar discusiones, reforzar la
comprensión de lectura y la redacción.
Referencia
Ko, S. & Rossen,
S. (2010). Teaching online: A practical
guide (3er ed.) New York, NY: Routledge. 96-173
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